Vuelos a Halifax con aroma a Islandia

Dominando el amplio y profundo puerto natural y la silueta de la ciudad, la ciudadela de Halifax es una fortaleza del siglo XIX en forma de estrella que merece la pena explorar. En la zona del puerto, no se pierda el interesante Museo Canadiense de la Inmigración en el Muelle 21, dedicado a todos los inmigrantes (más de un millón) que llegaron aquí para empezar una vida nueva en Canadá.

Otro museo muy popular, el Museo Marítimo del Atlántico, permite conocer algunas de las tragedias relacionadas con la ciudad, incluyendo el hundimiento del Titanic en 1912. En el rescate participaron embarcaciones de Halifax y algunas de las víctimas del desastre se enterraron en esta ciudad. Anímese a dar un paseo en barco para conocer más a fondo la ciudad: los tours por el puerto son una excelente opción y también puede hacer un corto trayecto de 10 minutos en ferri para disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece Darthmouth.

La excursión de un día desde Halifax preferida por la mayoría es Peggy’s Cove, uno de los pueblos pesqueros más visitados (y fotografiados) de Canadá, y es fácil saber el porqué. Su faro rojo y blanco se erige sobre rocas y las pequeñas cuevas están llenas de barcos. Las vistas son simplemente idílicas. Peggy's Cove se encuentra a 45 km de Halifax.

Un poco más lejos (a 100 km) se encuentra el fascinante pueblo Lunenburg, un lugar considerado Patrimonio Universal y reconocido por su bien conservada herencia marítima. Se fundó en el 1753 y dar un paseo por sus calles estrechas y observar su arquitectura de madera pintada y brillante es como retroceder en el tiempo. La experiencia es aún mejor si se acompaña de un paseo escénico en barco en una goleta histórica. No se olvide de visitar el excelente museo del pueblo y la famosa microdestilería antes de irse.