Vuelos a las Islas Feroe con aroma a Islandia

No tiene más que fijarse en su ubicación en medio del océano para tener una idea del tiempo que hace en las Islas Feroe. Con una superficie de tan solo 1.399km² dividida entre 18 islas, el país recibe una gran cantidad de precipitaciones. ¡No se deje asustar! Este clima húmedo crea unas condiciones óptimas para el crecimiento de los pastos que alimentan las numerosas ovejas que se crían en libertad (en nórdico, de donde procede el nombre de las islas) y la niebla.

Cuando la niebla se retira, deja ver montañas tapizadas de hierba, impresionantes cascadas, desfiladeros ocupados por el mar y unas asombrosas vistas del océano. Puede conocer de primera mano la cultura local tanto en apacibles aldeas junto a la costa como en la animada capital del país, Tórshavn. Hay una gran abundancia de especies de aves y el senderismo es todo un placer.

Hacer una lista completa de los lugares de interés de las Islas Feroe daría para escribir muchas páginas. Cerca del aeropuerto, en la isla de Vagar, hay unos cuantos lugares que merece la pena explorar nada más aterrizar o antes de coger el vuelo de vuelta. Diríjase a Gásadalur, una pequeña aldea situada en un valle verde rodeado de colina. La principal atracción de la zona es el mirador desde donde se divida Múlafossur, una cascada que cae al mar desde un acantilado de 60 metros de alto. Esta se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de las Feroe.

Cree un itinerario que le lleve desde las casas con tejados de césped de aldeas idílicas, como Saksun yKirkjubøur, a los acantilados rebosantes de especies de aves deVestmanna. No se pierda el espejismo del «lago colgante» conocido como Sørvagsvátn, visite el idílico faro de Kallur y tome un barco para llegar hastaMykines, la isla más occidental que alberga una impresionante colonia de frailecillos. Haga una parada cuando sienta el deseo de hacer una ruta a pie o le sorprendan las vistas.