No hay mejor experiencia que recorrer andando o en bicicleta el paseo marítimo de Tel Aviv, conocido localmente como el Tayelet.
Va desde el antiguo puerto de Jaffa —en el extremo sur— hasta la marina —al norte— y a lo largo del mismo pueden encontrarse innumerables playas, bares y cafés. Se trata de un lugar privilegiado para admirar la puesta de sol.
Si no le gusta mucho la arena, le sugerimos la piscina Gordon, situada en el mismo paseo junto a la marina. Se trata de una piscina de 50 metros al aire libre llena de agua salada y un lugar ideal para relajarse con sus compañeros de viaje.
Otro oasis en medio de la urbe es el parque Hayarkon, un gran espacio verde perfecto para picnics, paseos en bicicleta, actividades y eventos al aire libre.
Si se cansa del calor y el bullicio de Tel Aviv, le sugerimos que haga una escapada para recargar las pilas.
Una de las mejores excursiones de un día es una visita a Masada, una fortaleza en la cima de un monte en mitad del desierto. Puede recorrer el serpenteante camino de subida a pie (le recomendamos que lo haga al amanecer, antes de que haga demasiado calor) o tomar el funicular. Termine un día memorable flotando plácidamente en las aguas saladas del cercano Mar Muerto.
Jerusalén está a tan solo 50 minutos en tren de Tel Aviv, por lo que puede dedicar fácilmente unos días a conocer los lugares sagrados de una de las capitales espirituales del mundo.