El distintivo jersey de lana de Islandia es la esencia misma del confort en invierno. Se conoce como lopapeysa (abreviado como «lopi») y se ha convertido en un icono nacional, así como en un recuerdo perfecto de cualquier visita a Islandia.
Aquí le damos toda la información acerca de lo que hace que el lopapeysa islandés sea único y analizamos un nuevo libro que profundiza en esta prenda de punto tan confortable.
En este artículo:
Foto inferior: El «jersey de los caballos de Hestaland» combina bien con un accesorio para la equitación.
Un lopapeysa es un jersey hecho exclusivamente con lana de oveja islandesa. El nombre «lopapeysa» es un compuesto: lopi es el nombre de la lana y peysa significa jersey.
Puede parecer algo sencillo, pero este humilde jersey es objeto de adoración por parte de islandeses de todas las edades y géneros, y lo más seguro es que veaun graán número de lopapeysa durante sus vacaciones en Islandia.
Es importante destacar que un verdadero jersey lopapeysa está hecho a mano (nunca a máquina) y con una lana islandesa conocida como lopi.
La lana de las ovejas islandesas tiene una combinación particular de fibras internas y externas. Las fibras exteriores son largas, resistentes e impermeables, mientras que las internas son finas, suaves y aislantes, lo que proporciona una alta protección contra el frío. La hebra de lana lopi no se retuerce en el hilado, por lo que conserva estas cualidades. En otras palabras, las ovejas islandesas —y estos jerséis— de lana islandeses, están perfectamente adaptados al clima local.
Al principio, los lopapeysa islandeses se tejían con los «colores de oveja» naturales (negro, marrón, crema, gris, etc.). Hoy en día, están disponibles en todo tipo de combinaciones de colores y diseños.
El cuello circular es la característica más notoria de un jersey de lana tradicional islandés. Aunque el diseño pueda parecer antiguo, el motivo actual del lopapeysa apareció a mediados del siglo XX. Inspirado en los jerséis noruegos y los cuellos de perlas de Groenlandia, el primer patrón para hacer un jersey con cuello redondo se publicó en una revista de punto en 1956.
Hay diferentes tipos de jersey lopapeysa, aunque los diseños más comunes son sin cremallera, con media cremallera y con cremallera completa. Algunos lopis son de tipocárdigan con botones.
Foto inferior: El «lopi de la orilla del lago» con lupinos.
Bueno, es fácil. Si sigues el ejemplo de los nativos, puedes llevar un jersey lopapeysa en cualquier lugar y ocasión. Desde festivales hasta rutas de senderismo.
Llevar capas es la clave para vestirse para el (cambiante) tiempo de Islandia. La lana islandesa es un excelente aislante y la mejor manera de llevar un lopapeysa es como una capa intermedia o externa (no directamente en contacto con la piel: la lana lopi islandesa no es tan fina como otros tipos de lana, por lo que algunas personas encuentran que es un poco basta o que pica).
Una parte importante de tener un lopapeysa es cuidarlo adecuadamente. Lo primero que hay que tener en cuenta es que solo se puede lavar a mano. La mejor manera de lavar un lopapeysa es mojarlo en agua templada con un chorrito de detergente para prendas de lana y limpiarlo con movimientos suaves. Evite frotarlo o retorcerlo con fuerza, ya que esto podría dañarlo. Cuando esté limpio, escurra con cuidado el jersey para eliminar el exceso de agua y déjelo secar encima de una toalla.
¿Quiere saber dónde comprar un lopapeysa en Islandia? El mejor consejo para seleccionar un jersey lopapeysa auténtico es buscar una etiqueta que diga «Hecho a mano en Islandia». Si la etiqueta dice «Diseñado en Islandia» puede que el lopapeysa haya sido hecho en el extranjero y, posiblemente, a máquina.
Hay lugares fantásticos para buscar el lopi que tenga la talla, el diseño y la combinación de colores perfectos para usted. En las zonas rurales de Islandia puede encontrar tiendas de artesanía —o casas de huéspedes y cafés— que ofrecen una selección de jerséis hechos a mano por personas del lugar. Por ejemplo, puede comprar jerséis tradicionales de lana islandesa en ciertos puntos de la excursión al Círculo Dorado, como las tiendas de regalos de Gullfoss y el Geysir. En Reikiavik, puede visitar la Asociación Islandesa de Punto Hecho a Mano (en islandés: Handprjónasambandið) paradisfrutar de una impresionante selección.
El precio de un lopapeysa hecho a mano varía entre alrededor de 8.000 ISK (aprox. 64 USD) y 20.000 ISK (aprox. 165 USD). Si está comprando un jersey nuevo, el precio estará más cerca del extremo superior del rango, y en el extremo inferior en el caso de un lopapeysa de segunda mano. Los precios de los jerséis de lana auténticos en Islandia también varían según el lugar, y a veces son más altos en Reikiavik que en las tiendas de las localidades más pequeñas. De todas maneras, esta información es solo una guía, y los precios de los jerséis de lana islandeses pueden variar dependiendo de la parte del país. Le sugerimos que visite algunas tiendas de segunda mano para encontrar jerséis lopapeysa a precio de ganga.
Y si quiere llevarse un recuerdo aún más especial, ¿por qué no compra un patrón y lana local para hacerse su propio lopapeysa? A continuación, exploramos la magia de la confección de los lopapeysa y los diferentes diseños para inspirarle a probar esta labor histórica.
¿Qué es un lopapeysa, de dónde viene y cómo se hace? Estas son algunas de las preguntas que la diseñadora de prendas de punto Joan of Dark (también conocida como Toni Carr) y el escritor y fotógrafo Kyle Cassidy intentan responder en el libro Lopapeysa – A Knitter’s Guide to Iceland with Patterns, Techniques and Travel Tips, publicado en el Reino Unido y Estados Unidos en el otoño de 2022.
Eygló Svala Arnarsdóttir ha entrevistado a Joan y Kyle para Icelandair.
Todas las fotos de esta página son de Kyle Cassidy y muestran diseños de jerséis que aparecen en el libro Lopapeysa.
Los diseños de los patrones de lopapeysa de Joan se inspiraron en la naturaleza islandesa y sus experiencias en el país. Por ejemplo, está el lopapeysa de la orilla del lago, el gorro de las fuentes termales y —algo más siniestro— la capadel verdugo. «Todas estas cosas se me iban amontonando en la cabeza al mismo tiempo, porque solo tenías que mirar a tu alrededor para inspirarte», asegura Joan. «¡Si hubiera tenido dos semanas más, se me habrían ocurrido otros doce jerséis!»
Los retratos de Kyle de personas con sus jerséis lopapeysa en el paisaje inspirador realzan los diseños de Joan. Kyle también diseñó e hizo su propio lopapeysa mientras estaba en Islandia, por lo que la historia también refleja su viaje personal como aficionado al punto. «Todo lo que hay en este jersey es algo que hemos visto o vivido mientras estábamos allí y eso lo hace muy diferente de un jersey que compras en una tienda, incluso aunque lo haya hecho una auténtica abuela islandesa. Este jersey refleja lo que vi y lo que hice durante mi estancia allí. Es el mejor recuerdo».
Un detalle interesante en el jersey de Kyle es una franja naranja en el cuello que representa la erupción volcánica que presenciaron. Joan también menciona unas cruces especiales que vieron en una de las iglesias por las que pasaron, y que ella ayudó a incluir en su diseño.
Foto inferior: El «jersey de todas partes» en la laguna glaciar de Jökulsárlón.
Joan le enseñó a Kyle a hacer punto por Zoom mientras esperaban a que se levantaran las restricciones de viaje. «Salíamos de viaje en unos días y lo cerraron todo», explica Joan. Después de venir a Islandia para investigar acerca de los lopapeysa y redactar una propuesta para un libro a finales de 2019, su plan era volver en 2020 para terminar el proyecto. El COVID los obligó a replantearse las fechas y decidieron sacar el máximo partido al confinamiento. «Kyle fue un estudiante muy rápido, y aunque nunca le había enseñado a nadie por Zoom,le fue muy bien. ¡En nada de tiempo estaba haciendo punto!»
Joan anima a todo el mundo a probarlo. «Mi metodología de enseñanza siempre ha sido: “Inténtalo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Vas a acabar equivocándote y estropeando algo, pero vas a intentarlo y vas a saber qué funciona y qué no. Para cuando llegamos a Islandia, ya estaba haciéndose unlopapeysa». Kyle está de acuerdo en que todo el mundo puede aprender a hacer punto. «Es más fácil de lo que pensaba. Pienso que la gente no debe sentirse intimidada si no lo ha hecho antes».
Foto inferior: La coautora del libroJoan of Darken Stokksnes.
Los patrones de jerséis lopapeysa que aparecen en el libro de Joan y Kyle son tanto para principiantes como para expertos en hacer punto y vienen con instrucciones sobre técnicas especiales islandesas. «Tuvimos que aprender cómo se corta el punto en Islandia», explica Joan cuando nos habla de por qué el libro terminó siendo algo más que una colección de patrones. «Ha sido divertido hacer a la gente partícipe de nuestro viaje a través de los patrones. Hay muchos libros de patrones. Lo apasionante es ver como surgió. Ver cómo fuimos aprendiendo acerca de Islandia y de los jerséis». Joan dice que le sorprendió lo dispuesta que estaba la gente a hablar con ellos y compartir sus técnicas para hacer lopapeysa.
«Lopapeysa» es algo así como un estudio social de la cultura y el patrimonio islandés, e incluye entrevistas con las personas que Joan y Kyle conocieron mientras llevaban a cabo su misión de desentrañar el misterio de los lopapeysa. En este sentido, es un poco como una historia de detectives, ya que Joan y Kyle van tirando del hilo de lopi hasta descubrir el origen de los lopapeysa y encontrar a la persona que hizo el primer jersey.
El libro ha sido escrito para que también lo disfruten las personas que no hacen punto, y recoge consejos de viaje y la historia del recorrido por Islandia de Joan, Kyle y su equipo con palabras e imágenes.
Foto inferior: A tamaño reducido y con un diseño de frailecillos.
Mucha gente podría pensar que la tradición de los lopapeysa tiene siglos de antigüedad. «Creo que esto fue lo que más nos impactó», admite Joan. «Cuando empezamos a investigar acerca del jersey, yo estaba en plan: “Seguro que esto existe desde hace cientos de años”». En realidad, a pesar de que la tradición de hacer ropa de abrigo con lana islandesa es mucho más antigua, el lopapeysa tal como lo conocemos hoy en día tiene su origen a mediados del siglo XX. «Hay personas que viven actualmente y que nacieron antes de que apareciera. Fue increíble poder conocer a algunas de las personas que estuvieron allí al principio e hicieron algunos de los primeros», añade Kyle.
Sin embargo, algunos de los elementos de los jerséis lopapeysa sí son en realidad antiguos. «Descubrimos que algunos de estos diseños islandeses habían sido recogidos por escrito en fechas tan tempranas como el siglo XVI, por lo que existe un vocabulario de diseño que se ha estado utilizando durante mucho tiempo. La rosa de ocho pétalos es un ejemplo de esto: se ha utilizado durante cientos de años en Islandia, la gente la ha ido adoptando en los diseños de sus jerséis y ha ido pasando de una persona a otra», nos comenta entusiasmado Kyle. «Hablamos con muchas mujeres mayores, ya octogenarias o nonagenarias, que llevaban mucho tiempo haciendo punto y nos dijeron que al principio no tenían patrones escritos, sino que se fijaban en lo que hacían sus amigas y lo adaptaban en sus diseños».
Mientras más aprendía acerca de los orígenes del lopapeysa islandés, mejor entendía su propia labor. «Al mejorar, me di cuenta de que cuando veía el lopapeysa de alguien decía: “Conozco todas estas partes. Yo puedo hacer eso”. Esto fue una gran revelación para mí, y sucedió así, al instante. En un segundo me di cuenta de que entendía de qué iba esto y que había cosas que podía hacer porque dominaba el lenguaje».
Foto inferior: Lopapeysacon un diseño de frailecillos en la playa negra deVík.
La mayoría de los islandeses tienen al menos un jersey lopapeysa que les ha hecho alguien. No suelen darle mucha importancia y les sorprende bastante que los extranjeros los encuentren fascinantes.
«Para mí, como fanática de las prendas de lana y del punto, fue muy impactantes verlos… prácticamente en cualquier sitio. Son una parte muy importante de su cultura», dice Joan cuando nos habla acerca de su fascinación por los lopapeysa. Esta pone de ejemplo a Addi, un miembro de la banda de heavy metal Sólstafir, que se lleva de gira un lopapeysa que le hizo su abuela y queincluso remendó con parches de cuero cuando se desgastó. Kyle se ríe solo con pensar en que un miembro de una banda de heavy metal estadounidense hiciera algo así. «¿Qué puede hacer una abuela que una banda de heavy metal lleve en el escenario? ¡Nada! ¡En realidad se trata de hacer algo que no les guste a tus abuelos!»
Joan afirma que no hay nada como los lopapeysa en los Estados Unidos. «Nuestro país es solo una enorme mezcla de culturas. No tenemos algo que mires y digas: «Oh, eso es de Estados Unidos». La mayoría de la gente tal vez piense en, no sé, un sombrero de cowboy, pero no es algo de todo el país, como sí lo es el lopapeysa. Como dijo Kyle, lo más parecido que tenemos puede que sea una sudadera con capucha, pero, claro, eso ni se le acerca. Es interesante ver que algo que tú mismo haces está tan ligado a la cultura, algo que ves e inmediatamentepiensas en Islandia.
Según Kyle, el que esté hecho a mano es parte de su relevancia. «Mucha gente nos dijo: “Unlopapeysa no se compra. Te lo hace alguien”. Es como si fuera parte de tu desarrollo como islandés. No son simplemente un regalo. Son un regalo de una semana del amor de alguien». Joan está de acuerdo. «Incluso si compras uno en una tienda, alguien lo ha hecho a mano. Como turista, eso es genial».
Foto inferior: Una variedad de diseños de jerseycon la erupción del volcán Fagradallsfjall de fondo.
Joan y Kyle dicen que sin lugar a dudas tienen la intención de volver a Islandia para ver las cosas que se perdieron en su última visita —como los frailecillos y la aurora boreal —y visitar a los amigos que hicieron. «Islandia no es algo que taches de tu lista de cosas por hacer en la vida», asegura Joan.
Cuando le preguntamos qué es lo que más les ha gustado, Joan menciona la granja de caballos de Hestaland, porque es una apasionada de estos animales. «A mí me encantó el volcán», dice Kyle. «Pero en mi caso, creo que una de las experiencias más increíbles fue volver a Reikiavik después de haber recorrido todo el país y encontrarnos en la calle con personas que habíamos conocido antes de irnos y que ahora considerábamos amigos. Hacer amistades que todavía continúan. Para mí, esa fue la parte que más me cambió la vida. El volcán estaba genial, pero es más genial todavía tener a alguien que te mande un mensaje cuando un volcán entra en erupción».
«Todo el mundo debería visitar Islandia una vez en la vida», recomienda Joan. «¡Hazte con el libro, llévalo contigo y sigue nuestro camino!»
Foto inferior: Unlopilibre en la naturaleza en un arroyo junto a Helgufoss.
