Vuelos a Vancouver con aroma a Islandia

El tesoro de la ciudad está justo al norte del centro: es Stanley Park. Este lugar de ocio de cientos de hectáreas es un disfrute recreativo, que ofrece senderos hasta el malecón, caminos hacia el bosque, miradores, playas, lagos y zonas de juego para los niños. Los preciosos tótems de First Nation en Brockton Point ofrecen la oportunidad de tomar una foto perfecta. Además, hay un fascinante acuario para visitar. Alquile una bicicleta y pasee junto a ellos.

¿Quiere disfrutar de más excelencias al aire libre? Diríjase a Capilano Suspension Bridge Park, en la orilla norte, para disfrutar de las verdes vistas y sentir el vértigo que producen las alturas. También puede divertirse escalando la Grouse Mountain en cualquier época del año. No falta la diversión en espacios cerrados de la ciudad, principalmente en la Galería de Arte de Vancouver. No se pierda el paseo por el histórico barrio de Gastown, donde lo antiguo se mezcla con lo nuevo en tiendas selectas y bares con estilo.

Los exteriores llaman la atención, pero también lo hacen la comida de calidad y las vistas. Tome el ferri hacia Vancouver Island y explore la pintoresca Victoria, la capital de la provincia. Quizás vea alguna pequeña ballena curiosa cuando esté navegando. Si la comida asiática le ha dejado estupefacto, vaya de Vancouver al cercano Richmond para disfrutar de mercados nocturnos auténticos cortesía de las notables comunidades asiáticas de la zona.

Resulta difícil resistirse al atractivo de la conocida estación de esquí de Whistler, a 120 km al norte de Vancouver. El pueblo es precioso, parece una postal con una manta de nieve en invierno, pero es igualmente bonito en verano, cuando puede ver los paisajes de caminos para hacer ciclismo de montaña y senderismo. La Sea to Sky Highway (la autopista 99, conocida como autopista del mar al cielo) une Vancouver y Whistler, y el trayecto no puede ser más impresionante.